Mazda se colocó en el centro del debate público luego de que consumidores, organismos de defensa y mediciones de calidad documentaran un incremento sostenido de fallas en sus vehículos vendidos en México. De acuerdo con datos de Profeco y un análisis de El Heraldo de México, la automotriz japonesa acumula reportes que van desde defectos de origen y negativa de garantía hasta retrasos prolongados en refacciones.
Según el Buró Comercial de Profeco, entre 2010 y 2025 la marca suma 337 quejas formales, principalmente por falta de piezas, incumplimiento en tiempos de entrega y problemas mecánicos que han dejado vehículos inmovilizados durante meses. Uno de los casos más visibles es el de Mildred Peralta, propietaria de un Mazda 2 modelo 2025 en Veracruz, quien esperó cinco meses por una refacción inexistente en inventario.
La situación escaló en octubre, cuando Profeco emitió una alerta dirigida a 5,937 vehículos Mazda por fallas en el sistema del indicador de combustible. El desperfecto, ocasionado por un error de software en el módulo BCM, afecta a los modelos CX-70 2025 y CX-90 2024-2025 y puede provocar que los autos se queden sin gasolina en plena marcha. A ello se suman llamados a revisión recientes relacionados con problemas en cinturones de seguridad, desempañadores, sistemas de tracción y cámaras 360 grados.
El Estudio de Confiabilidad del Vehículo México 2025 de J.D. Power colocó más presión sobre la marca. Mazda registró 238 problemas por cada 100 vehículos, por encima del promedio nacional de 229 PP100, y quedó detrás de varias marcas de volumen que mostraron mejor desempeño. El índice evalúa fallas en tren motriz, infoentretenimiento y sistemas eléctricos.
En redes sociales, usuarios han advertido fallas adicionales y presuntas omisiones del servicio postventa. Jesús Martínez, dueño de un Mazda MX5i Sport 2024, denunció que la marca rechazó cubrir una transmisión defectuosa bajo garantía y le ofreció un reemplazo de más de 105 mil pesos. Aseguró que Mazda México nunca respondió a sus intentos de contacto. Testimonios similares señalan ruidos inusuales, fallas eléctricas y problemas en quemacocos en modelos recientes.
Hasta ahora, Mazda Motor de México —encabezada por Takeshi Ishibashi— no ha fijado una postura pública frente a la acumulación de inconformidades, los llamados a revisión ni la falta de refacciones que han afectado a consumidores en distintas entidades.
En un mercado donde la percepción de servicio y confiabilidad define la lealtad de los usuarios, especialistas del sector automotriz advierten que la compañía enfrenta un reto mayor para contener el deterioro reputacional y atender un volumen creciente de reclamos que ya forma parte de la agenda pública.


Comentarios (0)
Sin comentarios