Especialistas del ámbito tecnológico han encendido las alarmas ante el aumento de la violencia digital contra mujeres y niñas. Atribuyen este repunte al uso de herramientas basadas en inteligencia artificial y al anonimato que domina la red.
La empresaria en Tecnologías de la Información, Claudia María Rincón Pérez, señala que la ausencia de marcos legales sólidos deja a innumerables víctimas sin defensa y favorece que los responsables evadan cualquier sanción. Subraya que esta falta de regulación fortalece un entorno digital donde la impunidad se mantiene, mientras alrededor de 1,800 millones de mujeres y niñas continúan desprotegidas frente a agresiones facilitadas por la tecnología.
Además, Rincón explica que el ecosistema tecnológico avanza rápidamente, combinando oportunidades y amenazas. Reconoce que internet abrió nuevas vías para expresarse, pero también se ha convertido en un canal de ataques que intensifica los daños y expone a quienes buscan hacer oír su voz en público.
Ese contexto coincide con los llamados recientes de ONU Mujeres, que en el inicio de los 16 Días de Activismo reiteró la urgencia de atender la violencia digital. La organización insistió en que “lo que empieza en internet no se queda en internet”, al destacar que los ataques en línea se trasladan a la vida diaria y pueden escalar hasta agresiones físicas y feminicidios.
Las herramientas de IA, en particular los deepfakes, han agravado el fenómeno. Datos globales señalan que 95% del contenido manipulado corresponde a material pornográfico no consentido y que 99% de las víctimas son mujeres. Al respecto, la especialista destacó que estas tecnologías operan con sesgos de origen, debido a que gran parte de las aplicaciones se desarrollaron sin considerar a mujeres en sus procesos de diseño.
Este tipo de ataques ya tiene efectos palpables fuera del entorno digital. Amenazas, campañas de acoso y manipulación de contenido provocan pérdida de empleo, alteraciones familiares, abandono escolar y daños emocionales severos, de acuerdo con reportes de ONU Mujeres. Para Claudia María Rincón Pérez este patrón confirma la necesidad de actualizar los marcos legales al ritmo de la innovación tecnológica.
Varios países ya impulsan reformas para enfrentar estas agresiones. Entre las medidas más visibles figuran la Ley de Seguridad en Línea del Reino Unido y la Ley Olimpia en México. Para 2025, 117 naciones reportan avances, aunque el progreso se mantiene desigual. La especialista sostiene que la regulación debe adecuarse a cada contexto social y cultural, porque un modelo único no resuelve un fenómeno global con realidades distintas.
En ese mismo sentido, ONU Mujeres subrayó que la prevención requiere más que mecanismos de sanción. La agencia pidió a las empresas tecnológicas contratar a más mujeres, fortalecer la eliminación de contenido dañino e integrar procesos de rendición de cuentas desde el diseño de los sistemas de IA. También propuso elevar la alfabetización digital y disminuir los discursos tóxicos en comunidades en línea.
Por si fuera poco, los movimientos feministas enfrentan retrocesos debido a recortes presupuestales y menor espacio cívico. Por ello, la ONU considera esenciales programas como ACT para Poner Fin a la Violencia contra Mujeres y Niñas, esfuerzos que Rincón considera fortalecen las capacidades de respuesta ante una violencia que avanza con la misma velocidad que la tecnología.
Con el objetivo de impulsar medidas integrales que frenen el abuso digital, se realizará la campaña #NoHayExcusa del 25 de noviembre al 10 de diciembre. En este sentido, para Claudia Rincón el reto consiste en desarrollar tecnología con propósito igualitario y reconocer que la seguridad en línea es un componente indispensable de la vida democrática y de la participación pública de las mujeres.


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