El ecosistema fintech en México y América Latina atraviesa una transformación profunda. De acuerdo con un informe de mayo de McKinsey & Co., la tarjeta de débito ha superado al efectivo como principal método de pago en los países latinoamericanos de habla hispana, marcando un hito en la digitalización financiera regional.
Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México, aunque las fintechs representan el 57 % del tráfico de la banca digital, actualmente solo abarcan el 10 % de la cartera de financiamiento crediticio.
A pesar de su crecimiento en la banca digital, las fintech tienen una participación relativamente pequeña en el mercado del crédito en México. La CNBV ha señalado que las fintech, a pesar de concentrar el 57% del tráfico bancario digital, solo tienen el 10% del portafolio de financiamientos. Esto sugiere que las fintech aún no han logrado penetrar significativamente en el mercado de préstamos y créditos en México.
El sector muestra una clara diversificación: se identifican 20 categorías distintas de fintechs en México. Los préstamos digitales lideran con el 20% del ecosistema (152 empresas), seguidos por soluciones de pagos y remesas, que representan el 18%. Esta diversificación refleja una madurez creciente y una demanda cada vez más sofisticada de servicios financieros digitales.
“Según el análisis de Galileo, la demanda de soluciones digitales no es una tendencia pasajera, sino un cambio estructural que exige innovación, agilidad y confianza. Esto se alinea perfectamente con el auge de 'Gustamomics', una fuerza generacional liderada por jóvenes mexicanos que esperan experiencias digitales fluidas y orientadas al usuario en todos los aspectos de la vida, incluidas las finanzas”, afirma Tory Jackson, Jefe de Desarrollo de Negocios y Estrategia de Galileo.
Una de las razones detrás del auge de las fintechs es su capacidad para ofrecer productos altamente competitivos. Mientras que la tasa de rendimiento promedio en cuentas de ahorro de bancos tradicionales ronda el 5.8% anual, algunas fintechs están ofreciendo rendimientos de hasta un 15%.
Esta oferta ha captado la atención de los consumidores y también de analistas financieros. Un reciente reporte de Moody’s advierte que para mantener su ritmo de crecimiento y sostenibilidad, las fintechs deberán diversificar sus modelos de negocio y fortalecer sus estrategias de fondeo. Casos como Nu México y Klar, que ya figuran entre las 30 instituciones captadoras de depósitos más relevantes del país, ilustran este fenómeno.
“El crecimiento de las fintech en México no sólo responde a una necesidad del mercado, sino también a una mayor sofisticación tecnológica. Pero para sostenerlo, es clave contar con plataformas escalables y regulatoriamente sólidas como base”, señala Jackson.
Pese al dinamismo del sector, México aún enfrenta importantes desafíos estructurales para una inclusión financiera real. Según datos recientes, 14 millones de personas no tienen acceso a internet ni a teléfonos inteligentes. De estas, 9 millones permanecen fuera del sistema bancario.
En estados como Chiapas, hasta un 25% de la población carece de cobertura de internet móvil, lo que limita severamente el acceso a servicios financieros digitales. Esta brecha amenaza con perpetuar la exclusión de los sectores más vulnerables en un entorno cada vez más digitalizado.
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